miércoles, 7 de octubre de 2009




Hace ya muchos años que hice de mi vida un viaje sin destino. Cada semana en un país nuevo, cada día en una ciudad diferente, cada noche en una cama extraña.
Años enamorado de un sueño que persigo y que no consigo alcanzar... años caminando por el desierto, alimentandome de recuerdos vagos y de vagas esperanzas que jamás se cumplirán.
Hace mucho tiempo que cobijo mi corazón bajo las dunas de este desierto infranqueable en el que se convirtió mi vida.
Amigos y amores y familia... ¿donde queda todo eso? cuando no te queda nada...
Y por eso camino.
Camino y camino, pero no encuentro el sendero adecuado que debería tomar.
Al final, con esto y con eso, con aquello y con lo otro, la verdad es que me siento algo cansado ya. De alguna manera me gustaría poder parar un instante, tomar aire, mirar alrededor, pero no sé; quizás por otro lado no quiero; pues la verdad es que me da bastante miedo observar que después de tantos años continuo solo en esta guerra. Por eso prefiero seguir caminando sin rumbo, con el horizonte claro,eso si, aunque dificil de alcanzar.
Ya que siempre duele menos cuando cerramos los ojos, aunque con la vista a oscuras, nuestra imagen y nuestros sueños, no cambien nuestra la realidad...
Por cierto, no creas que no me doy cuenta de la verdad, pero en realidad es que duele menos el engaño...

¿Donde vas? preguntan a menudo quienes se cruzan en mi camino.

Lo sabré cuando llegue ahí...




1 comentario:

  1. Creo que el sendero que buscas está dentro de tí, no fuera.
    Que los recuerdos son posos... que el alimento debe ser aquello que inunda en este mismo momento tus sentidos. Deja correr el agua, sabe no detenerse y a pesar de ello tiene una presencia constante. Deja correr tus pensamientos, ellos solos encontrarán su lugar.
    No me malinterpretes, no soy yo quién para dar consejos, te lo aseguro.
    Sólo digo lo que pienso.
    Un saludo.

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